Tiene razón mi abuela, ni hay alegría que nunca se acabe ni mal que dure para siempre. Después de unos dias que parecían aumentar horas según pasaban los minutos, y rematar la semana con la visita de la migraña, y esperando que todo fuese a peor, recibí una buena noticia. En dos meses, tendré una visita. Mis ganas de que esté aquí son muchas, tantas como que no se vuelva a marchar, aunque eso sea inevitable. Tendré que organizar algo, pues hay que ponerse al día, y poder hablar, reír, estar en silencio, arreglar el mundo.....
No supe expresar la alegría que me supuso, el saber la fecha de tal encuentro, ganas y muchas. Y si pudiese, me pillaba un avión y hacia más corta la espera, pero ya se sabe que uno no siempre puede hacer. Prometo devolver la visita, es una deuda que he contraído hace tiempo, y como buen pagador,cumpliré.
Así que por muy malo que parezca algo, y por muy oscuro que lo veamos, siempre aparece una luz. Puede ser tenue, poco luminosa, y casi inapreciable, pero alegrará nuestro día, y nos demostrará, que no todo es malo y lo malo no dura siempre...
Empiezo a pensar que mi positivismo supera siempre al negativismo de las circunstancias, y que prefiero darle la vuelta a las cosas y ver el lado bueno. Es que para que lo malo sea más llega el tiempo, y todo en esta vida tiene su lado positivo... Por qué no pruebas y lo compruebas?
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