martes, 4 de noviembre de 2014

Cuesta...

Cuando nos ponemos un reto, es algo que queremos llevar a cabo y que muchas veces nos falta el impulso o el apoyo necesario para lograrlo. Los retos no tienen porque ser cosas imposibles, pueden ser cosas pequeñas que nos cuestan mucho.
La cosa es sencilla, es plantearse una meta a corto o medio plazo. Después tener el material necesario para poder alcanzarlo, o despojarse de lo que nos lo impida. También debemos estar seguros y convencidos de que queremos conseguir superar el reto planteado. Y por último, compartirlo. Compartir nuestra intención, compartir nuestro reto y si alguien se apunta a intentarlo con nosotros mejor que mejor. Aunque parezca que sería contraproducente, no lo es, ya que te acompañen en el camino es de agradecer. Además una cosa importante en esto de los retos a superar, mejoren compañía.
Por ejemplo, queremos dejar de fumar, el hacerlo en solitario es lo idóneo, pero si alguien lo dejara con nosotros, eso nos ayudaría mutuamente. A lo mejor no tenemos o no conocemos a nadie que quiera dejar de fumar. Pero aunque no lo dejen ellos, el hecho de que nos escuchen,  nos apoyen y estén ahí, es suficiente. El poder descolgar el teléfono para desahogarnos, contar nuestros avances, y no poder rendirnos en nuestros intentos.
Siempre que nos planteemos un reto, primero lo haremos por nosotros, pero compartir los logros y los fracasos con alguien,  eso nos ayudará a superarlas  y que la cuesta arriba no sea tan cuesta.




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