Nunca entendí, ni entenderé esa costumbre que tienen las mujeres, algunas, de competir. Eso de ser la más guapa, la más mejor, la más lista, la que se los lleva de calle, la que mejor baila, la que...... Agotador me parece,e innecesario también.
La verdad, es que no me gustan las competiciones sin sentido, no voy a decir que no sea competitiva, porque lo soy y mucho. No compito con nadie en particular, compito contra el peor rival, el más difícil, el más complicado de batir, yo misma.
Compito contra mi y solo contra mi. Me gusta superarme, crecer, mejorar, comprobar mi valía, y saber que puedo y llegar a esa meta.
Cada cierto tiempo, me pongo una meta, y como cabezona y cabezota soy un rato largo, hasta que consigo alcanzarla no me detengo, y si lo hago solo es para coger fuerzas, y continuar hasta lanzar la meta.
Mi falta de competitividad con otras mujeres, es más por lógica y por no gastar energías innecesarias en algo que carece de la mínima gratitud al ganarla. Cada persona, cada mujer tiene sus cosas buenas y malas. Cualidades que los hacen mejores en algunas materias y demuestran carencias en otras.
No busco ligar, surge cuando aparece un caballero interesante, además no ligo, pero esa es otra historia, insinuó el camino. Eso de ligar por ligar, por ser la más atractiva, por demostrar que se estár por encima de las otras. Eso de ligar es como lo de llevar el modelo más mono, los zapatos más chulos y así..... Y sinceramente me gusta ir en tacones, y también recorrer la ciudad en zapatillas., vestirme un modelito mono, y también ponerme el chándal. Cuando me visto, lo hago para mi, para sentirme bien, no para competir con nadie ni con nada.
Nunca entendí esa competitividad y esa rivalidad que tanto existe entre el gremio femenino, tal vez me pasa eso porque soy un poco rara o porque a veces tengo mentalidad de tío.
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