Libertad en la red

Empezamos en las redes sociales con la idea de no ser conocido y en cierto modo popular. Venimos con la idea de que podemos decir lo que queramos que nadie nos conoce, pero nos olvidamos que poco a poco vamos mostrando más de lo que somos conscientes. Conectamos con unas personas más que con otras, como en la vida real. Y vamos contando cosas de nosotros, nos desnudamos casi sin darnos cuenta. Si esos datos los damos en privado controlamos lo que podemos decir, lo más difícil es lo que decimos en abierto, a los ojos de cualquiera. Ahí no somos conscientes que damos más datos de los que queremos dar. Gracias a esa inconsciencia de anonimato, nos sentimos libres y esa libertad nos hace ser poco cautos algunas veces. Tampoco valoramos que algunas personas, están muy pendientes de lo que escriben otras, y nos observan sin ser vistos...
Cada vez, me he vuelto más desconfiada en esto de las redes sociales, e intento tener cuidado, pero cuando conectas con alguien, y esa conexión pasa a ser amistad, es inevitable bajar la guardia y confiar.
Ya sé, que es contradicion pero en toda contradicion hay lógica. Y esta no iba ayer menos. No voy a ser yo, da lo mismo que vayamos a cara descubierta o detrás de un avatar, al final somos nosotros, por mucho que intentemos controlar las palabras, los sentimientos y nuestra manera de expresarnos nos terminan delatando.
Anónimos o no, populares o no, todos buscamos en esta nueva manera de relacionarnos, sentirnos libres y decir lo que queremos sin que nadie nos juzgue por pensar como lo hacemos.
Así que, sin faltarle a nadie, y desde el respeto seguiré expresando lo que crea oportuno, y la libertad no es más que eso, decir y pensar sin dañar ni juzgar a los demás. Mi libertad acaba donde empieza la tuya, y la tuya termina donde se inicia la de el, y así sucesivamente, si sabemos respetar, otros nos respetarán. Y si no es así, hay maneras de eliminar a esas personas de nuestras interacciones. Cuanto más libre eres, mas feliz vives y mejor te expresas.