miércoles, 3 de septiembre de 2014

Un beso

Libertad, libre así se sintió. Intentaba no pensar, en no comparar en la otra vez, hace años que se perdiera por las calles de la misma villa, buscando otro rostro que esta vez no encontraría. Despejar la mente de antiguo recuerdos y recorrer  las calles, empaparse de toda experiencia como la primera vez...
Libre, segura y por que no admitirlo, guapa también. Guapa por dentro y por fuera y tal belleza se apreciaba, pues se sentía bien y la luz brillaba dentro de ella y salía a través de su  sonrisa y su mirada.
Risas,  charlas, diálogo, vaciles, cachondeo,  diversión y.....  De pronto, un apuesto Caballero,  miradas y un poco dardos acertados. Las risas continuaron,y el caballero se quedó intrigado, y su mirada examinó su espalda mientras salia del local y buscaba a sus amigos.
La escuela, siempre enseña, y cuando la lección la aprendiste bien no la olvidas fácilmente, aunque haya mucho tiempo que no la pones en práctica.
Se olvidó del caballero, porque las intenciones de la dama, no iban con el, y menos buscaba uno que la salvase.
Pasala tarde, y cada vez se acercaba la noche, era hora mágica, hora de que la princesa se convirtiese en cenicienta, hora de abandonar el castillo, la fiesta y volver a la realidad.
Decidida a no dejar zapatos ni rastros, salí sigilosa, sin hacer mucho ruido... Sus ojos se cruzaron con los del caballero, que está vez no estaba dispuesto a dejar escapar a la dama sin más. Agarrando por la cintura, sin tener opción de movimiento, sus ojos se clavaron en la mirada desconcertada, pero segura de aquella cenicienta apunto de perder el encanto. Rechazar los labios tan apetecibles que se acercaban, era la mejor decisión, que no fue tomada.
Un beso furtivo, un instante, un sabor, una pasión... Un beso tímidamente respondido, pues la picardia desea desatará pasión contenida.
 Intención de más que la cenicienta puso de menos. "Caballero siempre hay quedarse con ganas de más,...."
Y sin mirar atrás se fue... Sin esperar que el la retuvieron, sin pensar.... Solo desear que aquel no fuera un beso sin más, sino algún día,  quien sabe cuando hubiera alguno más.
Algún día sabremos si la dama y el caballero se volvieron a encontrar o solo fue el sabor y el recuerdo de un beso y el añoro de los que no se darán.



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