viernes, 12 de septiembre de 2014

Piropos

El piropo es una palabra o expresión de admiración, frase, halago que se dirige a una persona. Y a quien no le gusta un piropo? A mime gusta pero eso no evita que me produzca una mezcla de nerviosismo e incomodidad.
Piropo es también una frase ingeniosa que se lanza aúna persona, normalmente a una mujer, para anularla con la intención de cortejar y enamorarla.
Tal vez por esta última definición, me ponga nerviosa. Tal vez, porque crea que tales piropos sean solo frases con intención y alevosía, con un fin. Aunque no pienso que esas palabras logren trastocar mi sentido y nublan mi cordura, me resultan engañosos y artificiales.
Lo que ocurre es que cuando no te fías de quien te piropea, es que cuando llega un piropo sincero por parte de quien tuve con ojos sinceros y sin mayor interés que estar junto a ti, como parte de tu vida y sin importarle la manera de compartirla contigo, vas tu y no le crees del todo.
Las mujeres somos así, a veces demasiado desconfiadas, y sin tener motivos aparentes. Sospechamos hasta de nuestra sombra. Y otras veces, somos más inocentes que un niño ante un parque de juegos. Nos fiamos del lobo con piel de cordero, del pescador que nos asegura que su caña no está en el río para pescarnos, pues somos la sirena que pone color a esas aguas cristalinas.
Muchas veces desconfiados con razón y nos fiamos sin ella. Los piropos, piropos son. Halagos,  en ocasiones para subirnos el ego, y otras no son más que palabras amables cargadas de sinceridad que nos mira con buenos ojos.
Y tu me piropea o me halagos?




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