Alguien que me quiere y me conoce bien me llama pirata. Al principio tal calificativo no me sonaba del todo bien, me venía a la cabeza las películas de piratas. Recordaba a eses hombres aguerridos, sin miedo, que su mirada aterrada a quienes osaba mirarlos, sin temor a la muerte. Peligrosos, curtidos en los asedios y un tanto saqueadores.
Cuando le hice saber, mi opinión sobre los piratas, se rió, y me dijo que investigará un poco. Así lo hice. Lo que encontré me sorprendió un poco. Según algunos autores, la voz pirata viene del latín piràta, que por su parte procedería del griego πειρατης (peiratés) compuesta por πειρα, -tας (peira) significa prueba; a su vez deriva del verbo πειραω (peiraoo), que significa esforzarse, tratar de, intentar fortuna en nuevas aventuras.
Ante tal descubrimiento, no pude más que sentirme halagada y aceptar que tal vocablo me definía más de lo que yo creía. Además me demostró que me conocía bien.
Soy una persona que me esfuerzo, muy exigente conmigo mismo, intento tratar de mejorar, de alcanzar nuevas metas, y constantemente estoy embarcada en nuevos proyectos. Aunque hay algo que me diferencia de los piratas, yo soy más de tierra adentro que de surcar los mares. Quien sabe si en otra vida.....
Pirata o no, soy luchadora, a veces un poco aguerrida pero sobretodo honesta conmigo mismo, y eso, aquellos corsarios proscritos, lo eran a su manera, tenían su propio código del honor a pesar de la fama que les predecía.
Así si que si, soy una pirata, una pirata de las letras en la que con mis palabras surco los mares de la Red y llevo mi pequeños tesoros a todos a aquellos que los quieran leer y disfrutar con las historias que surgen en mi barco de la imaginación.
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