Hoy he tenido un momento de esos, en los que todo se alía para que hagas esa cosa que llevas pensando desde hace tiempo, pero no se daban las circunstancias oportunas. He llevado el coche a su revisión anual, nada fuera de lo normal. Me dice que hora y poco, y tendrá el coche listo. Perfecto, mientras espero echaré un vistazo a los coches expuestos. Encuentro cosas interesantes, dos interesantes y no hablo del vendedor, que no era mi tipo. Pregunto por las condiciones y demás, me va explicando.... Y según iba pasando la mañana, se estaba colocando las cosas para salír de allí con un coche nuevo. Así fue, pero no porque el vendedor fuera bueno, no le quito su mérito, sino porque era el momento perfecto.
O aquel verano, que comentas que comprarías una casita en ese lugar donde veraneas, pero claro, todo está caro, no me gusta, es que yo se laque quiero..... Y cuándo solo era una idea en la cabeza, un día o te topas con la casa de repente, o alguien te habla de una casita, y al ir a verla sabes que es esa. El momento perfecto.
También puede ser que alguien te diga algo, y ese algo te haga ver que es el momento, aunque ni tu lo supieras. Imaginaos una pareja, que se pasa el día discutiendo. Difícil convivencia, ella se ha planteado que esa no es la vida que quiere y menos que deseaba cuando se casó. Pasan los años y sigue junto a el, a pesar de todo estar muerto, y de broncas día si, día también... Pero ahí sigue....
Un día como uno de tantos, mientras una amiga que había ido a visitarles, en pleno ascensor se enzarzan en una charla de las suyas. Se olvidaron que no estaban solos, o el acaloramiento no se lo recordó. Cunado llegaron al piso, se abrió el ascensor y su amiga no paraba de llorar. Ninguno de los dos habían percibido sus lloros. Intentaron consolarla, animarla... A lo que ella respondió; no os veis? Que hacéis juntos? Estáis mal!!!
La pareja se miró, y bajaron la mirada. Se tranquilizaré y la cena fue mas distendida, pero la mujer, no pegó ojo, y después de llorar, sabía que espera el momento,el momento perfecto. A la mañana siguiente, le dijo a su marido que se iba, que aquello se había terminado.
Todo tiene un momento un momento perfecto y no por adelantarse se llega antes, simplemente se puede precipitar, cuando llega lo sabemos, lo intuimos... Aunque a veces no lo queramosver...
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