La cocina está de moda, parece ser que todo el mundo hace postres, entiende de platos, formas y maneras de cocinar... No le quito el mérito a nadie. Mi amor por la cocina fue un tanto accidental, pero un amor que cada vez es mayor.
Cuando era una adolescente, odiaba cualquier cosa que tuviese que ver con la casa, y ello implicaba cocinar, aunque a comer nunca le hice ascos..... Mi madre que era muy astuta, como así todas las madres, ideó un maquiavelico plan. Cada vez que me saltaba el toque de queda, ella no me reñida, ni castigaba, simplemente al día siguiente me tocaba cocinar. A regañadientes y sin poder protestar tenia que aceptar si o si. Y así poco a poco los domingos y fiestas de guardar, me los pasaba entre fogones, y si había salido hasta tarde, hacia números por no hacer algún estropicio y que aquello sirviera para comer.
Ante el asombro de todos, tenia dotes, e un instinto innato para la cocina, y lo que empezó siendo un castigo se convirtió una pasión que sigue viva a pesar de los años. Y cada fiesta familiar me toca cocinar, algo que me gusta y disfruto, sobre todo cuando los comensales disfrutan y aprecian lo que has elaborado.
No he estudiado cocina, ni nada que ver con ello, simplemente tengo instinto, o amor por lo que hago, y pongo el mismo cariño haciendo una tarta, que una tapa, que en un guiso. Alguien me dijo una vez, que la cocina es parte instinto, parte pasión y parte cariño, y eso lo aplicó no sólo a la cocina sino a la vida en general.
Por que es la vida sin amor, pasion, y un poco de instinto lleno de emoción?
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