A veces sangro en las palabras que escribo, me desnudo sin pudor, un tanto inconsciente. Esas líneas, salen de mis dedos, pero son sentimientos, sensaciones que corren por mis venas, que mi piel siente y mi alma padece.
Escribo sin pensar en quien me lee y eso me da un punto de osadía y libertad al mismo tiempo. No busco agradar, ni que me digan que lo hago bien, simplemente quiero expresarme. Esa expresión lleva a hablar de mi, de la gente que quiero, de la que me putea, la que no comprendo o no me comprenden, de mis lágrimas, de mis alegrías y también de mis frustraciones.
Cuando más "yo" soy, es cuando escribo sin medir mis palabras y ellas van brotando casi más rápido de lo que puedo llegar a escribir. Si lo pienso, hay muchas cosas que no contaría, de las que me cuesta hablar.... Escribo mucho entre líneas, casi todos lo hacemos. Dejo pistas de como soy, muchas veces queriendo y otras sin buscarlo, aunque no todo el mundo tiene esa capacidad de saber leerme.
He llegado a pensar que soy un poco exhibiciones, casi todos los que escribimos y dejamos que otro lo lea, lo somos. Pero al mismo tiempo, soy vergonzosa y me cierto pudor saberme leída, tal vez por ese motivo me cuesta mucho releerme.
Hoy tengo un pequeño sarpullido en el alma, y no tengo pomada para echarle y tampoco quiero. Tengo que rascarse y cuando sangre podre escribir de ello. Por esa razón, pienso que escribo un poco como terapia, como una manera de sacar a mis demonios a pasear y que se airean.
No se si gusto, si alguien se siente identificado, si algún@ pierde su tiempo leyéndome.... Pensad que las palabras que aquí se escriben son parte de mi historia, es lo que siente una mujer normal y a veces un poco rara, pero una persona que sangra lo que escribe y escribe lo que sangra.
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