Los pies, esa parte del cuerpo en la que menos nos fijamos y muchas veces maltratamos. Los pies, fundamentales para mantenernos erguidos, con los que pisamos, dejamos nuestra huella... Pero como casi siempre los llevamos dentro de los zapatos no reparamos en ellos.
Soy una fanática de los tacones, me encantan, me vuelven loca, con medida... Me gustan que estilizan la pierna, me siento poderosa encima de ellos. También, por raro que parezca, me encanta andar descalza, en la arena, por casa e incluso por el jardín. Me gusta sentir el contacto del suelo, la diferentes texturas de los elementos.
Nunca había reparado en ellos como fetichismos, o parte sensualidad de mi cuerpo, aunque tienen su aquel. A que más de una vez un masajes de pies ha terminado en algo más?. Esa sonrisa que más de un@ pone, me vale como respuesta.
Cada vez reparo en mis pies, y he aprendido ha sacarle partido, en más de un juego. Ahora los mimo más, los cuido y ellos me lo agradecen. Las uñas las llevo siempre pintadas, cosa que en las manos no, y eso les da un toque coqueto y a mi seguridad.
Cuando era más joven, no me gustaban mis pies, y solo andaba descalza cuando no me veían, y al ir a la playa, solía esconderlos en la arena. Y ahora cada día me gustan más, son una parte de mi cuerpo a la que le he dado la importancia que tienen. Y porqué no, a que en esas situaciones donde las armas son fundamentales tengan su papel también.
Acabo de darles cremita asear y pintar las uñas, y se me han ocurrido ciertas travesuras... Pero eso mejor me lo guardo para mi. Y si os sirve, pensad un poco en los pies y las posibilidades de juego que tienen.
Cambiando de tercio, para muchos son un fetichismos, como las manos, los labios... Aunque sólo sea por salud y coquetería, deberíamos prestarles más atención, cuidarlos y estar más pendientes de ellos, pues son imprescindibles en nuestros pasos, y en el camino que queremos recorrer.
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