No son buenos dias si no te despiertan con el desayuno en la cama. El sabado, el despertador no suena, despiertas poco a poco y la sonrisa se te va poniendo, cuando ves a esa persona que te ha hecho pasar una buena noche, ante ti. Bandeja en mano te mira como embobado y el cafe humeante acompañado de tostadas y una rosa roja.
Me he despertado, no ha sonado el despertador. He abierto los ojos y ni caballero ni desayuno recien hecho. Asi que me he quedado con el sueño revoloteando en mi mente. Me he levantado y me ido a preparar el cafe y mientras la cocina se inundaba del aroma mañanero del cafe recien hecho me he puesto a pensar en lo poco que pido, lo favil que es sacarme una sonrisa. Como soy una amante de las pequeñas cosas, de los pequeños detalles. Eatuve a punto de volver a meterme en cama y volver a soñar. Pero la vida se coge por los cuernos y si el caballero del desayuno no viene a traerme el desayuno tendre que ir a buscarle yo.
Ducha, mente positiva y una gran sonrisa y a buscar lo que no tengo y quiero...mi desayuno de sábado en la cama.
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