Fue una visita cordial,sin sobresaltos. Me hallaba en tu ciudad. Los motivos de la visita no eran demasiado claros, por un lado parecía un compromiso familiar, por otro un viaje improvisado.
Al principio no reconocía la ciudad, poco a poco las calles se hacían viejas conocidas a cada paso que daba.
El parque, la iglradia, el olor a mar..... estaba de nuevo allí.
Dudé en llamarte, al final me atreví. No recuerdo muy bien la conversación, a mi mente solo viene la comida en un restaurante del centro. Y no estábamos solos, habías traído compañía. Dos personas te flanquean cómo si estar conmigo a solas fuera peligroso.
La comida discurrió distendida, con la complicidad de antaño. Al acabar el café fuimos a pasear. Ahora solos. Pero no recuerdo de que hablamos. Y ahí me desperté, pensando si fue un sueño o un recuerdo pasado.
Mientras me tomo el café de la mañana, abro el ordenador, veo tu perfil con una foto, en este caso de mi ciudad y una frase... pronto iré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario